Nicola Conte.
THE MODERN SOUND OF NICOLA CONTE.
Schema Records. (SCCD 449)
Edición: 2009.
Estilo: Nu-Jazz; Jazz; Nu-Bossa; Jazz-Brasil; Jazz Latino.
Interesará a…: cualquiera que quiera conocer mejor la escena jazzística de la primera década del siglo XXI.
A principios del 2006, tuve la oportunidad de entrevistar a Nicola Conte en un encantador bar de su ciudad, Bari. Entre otros muchos asuntos, le dije que me parecía extraño que todavía no se hubiese editado un recopilatorio con sus remezclas, puesto que por entonces ya había realizado un número suficiente como para llenar dos o tres discos. Pues bien, el italiano respondió que ese fue uno de los motivos por los que dejó de grabar remezclas durante un año (aproximadamente entre el 2004 y el 2005), pues le había decepcionado mucho que no acabasen en un álbum recopilatorio. Le pregunté el porqué de la inexistencia de una referencia así, y se limitó a responder que había ciertos problemas, pero no insistí porque es obvio que no se sentía cómodo hablando de ese asunto. Ahora bien, aún añadió algo más, y esa afirmación es la más reveladora: “yo he dedicado a los remixes la misma atención que podía dedicar a un nuevo tema mío. Y todos esos remixes han sido un medio para mí de experimentar lo que quería hacer después. Para obtener, remix tras remix, tema tras tema, el mismo sonido que yo podía obtener de los samples de discos viejos pero hecho hoy con los músicos que trabajan conmigo. Y todo esto no ha sido sencillo, porque se trataba de reinventar todo un modo de hacer remixes”. Ahí está la clave de lectura de las remezclas de Nicola Conte, y lo primero que se debe precisar es que distan mucho de lo que se considera un remix estándar. En su caso, no se trata de tomar las pistas de la grabación original, modificarlas ligeramente y cambiar el patrón rítmico, sino de realizar un estudio del punto de partida, reescribir melodía y arreglos y convocar a su banda habitual para volver a grabarlo prácticamente desde cero. En algunos casos mantiene la pista vocal del original, a veces ni eso. Quiere esto decir que las piezas firmadas por Nicola Conte no son, en ningún caso, remezclas, sino versiones, nuevas interpretaciones a partir de creaciones ajenas. Eso es lo que explica que el subtítulo de la referencia que nos ocupa sea “versions in jazz-dub”. En ninguna parte de la carátula aparece la palabra remezcla, pues es más exacto calificarlas como lo que son, versiones en clave jazzística y deudoras del espíritu que estuvo en el origen de las reinterpretaciones dub.
En definitiva, el proceso tiene poco que ver con el que se espera de una remezcla, es considerablemente más laborioso, tanto en términos artísticos como presupuestarios: no es lo mismo que un productor se siente frente a su ordenador y realice un ejercicio de deconstrucción de los elementos de un tema, un collage diverso de fragmentos instrumentales y vocales, que sacar el papel pautado, prácticamente componer un nuevo tema y grabarlo con casi una decena de instrumentistas que finalmente serán tan caprichosos como para querer cobrar (y no olvidemos sumar a la factura el coste del ingeniero, técnico del estudio, masterización…). No es sólo que lleve los temas de partida a su terreno, es que crea nuevas piezas, por mucho que estén claramente inspiradas en composiciones de otras propuestas. Si la autoría de la versión resultante no se atribuye a Nicola Conte es, en parte, porque en ocasiones utiliza la pista vocal del original, pero sobre todo porque él forma parte de una industria cuyo código, o hábito, indica que, por distinta que sea la remezcla respecto al tema de partida, ésta siempre seguirá siendo atribuida al grupo o artista creador del primer tema, el remezclado. A nadie se le ocurre dudar de la autoría de unas variaciones de Beethoven sólo porque tomase una línea melódica de otro músico, ni tampoco de las composiciones de Bartok en las que más evidente es la influencia de una pieza folclórica, pero sí ocurre en el caso de Nicola Conte (y otros artistas que versionan en lugar de remezclar), y eso tiene que ver con criterios exclusivamente comerciales: si el autor del original retiene la autoría de su composición aunque sea remezclada por otro, también conservará los ingresos derivados de la remezcla, que muchas veces son incluso superiores a los del original, algo especialmente válido en el caso del italiano, cuya popularidad suele ser considerablemente mayor que la de las propuestas que le encargan estas remezclas.
Habitualmente, un recopilatorio de remezclas tiene tres objetivos principales: redondear los ingresos del sello que lo edita, servir como pasatiempo para los seguidores de un artista mientras esperan el siguiente álbum de estudio y, finalmente, satisfacer la autoestima del artista en cuestión al ver reunida y, por tanto, valorada, su faceta como remezclador. En el caso de The Modern Sound Of Nicola Conte, es evidente que también cumple con esas tres misiones, pero este es uno de los pocos casos en los que el principal interés es de tipo artístico. Nicola Conte comenzó su trayectoria profesional como productor de discos de jazz para el sello italiano Schema Records. Sin embargo, al comprender que estaba en una posición un tanto delicada (“yo tenía presiones de los grupos, y por otro lado de la casa discográfica”), decidió emprender su discografía como líder. Su intención inicial era crear un álbum de jazz al estilo clásico, enteramente acústico: “en todos esos años, no era muy propenso al uso de la electrónica. Yo tenía otras ideas en mente, dado que estaba fascinado por el jazz de los años 60, una música ligada a las personas, y no creía en el uso de las máquinas. Luego, sin embargo, empecé a estudiar las máquinas y a comprender que la manera más rápida para mí de llegar a lo que quería hacer era justamente a través del uso de la tecnología”. Esta es una ‘confesión’ enormemente valiosa, pues para el italiano la electrónica, lo que él denomina “máguinas” y “tecnología”, era una herramienta necesaria para lograr su objetivo, para crear la música que tenía en mente, “una cosa que fuese original pero que al mismo tiempo estuviese ligada a las programaciones, a la electrónica, pero que sonase también como un disco viejo, que tuviera esta característica”. Ese es exactamente el tipo de jazz electrónico que se escucha en su debut, Jet Sounds (Schema Records, 2000), una de las obras clave del estilo aunque, curiosamente, la pretensión de Nicola Conte no fuese tanto fusionar jazz y electrónica como crear un particular jazz, deudor del de los años 60, pero reinterpretado a través del imprescindible uso de electrónica. No sería nu-jazz en sentido estricto, sino jazz al que, por entonces, sólo podía llegar con la ayuda de la tecnología, empleando samples y programaciones para suplir un talento como arreglista y compositor que todavía estaba por desarrollar.
Por eso fue tan importante para él su labor como remezclador, esto es, las versiones que creó entre el 2000, año de la edición de su debut, y el 2004, que es cuando presentó su segundo larga duración como líder, Other Directions (Blue Note/ Schema Records, 2004). El italiano vivió ese periodo como un tiempo de preparación, de crecimiento en su triple faceta de intérprete, compositor/ arreglista y productor. Fueron esas versiones que, recordemos, él vivió como piezas propias, las que le permitieron experimentar, ejercitarse, aprender. Al tener que reinterpretar composiciones ajenas, pensar nuevos arreglos, una manera diversa de presentar el dibujo melódico, un patrón rítmico diferente…, necesariamente tenía que analizar el original, y dado que esas piezas de partida eran creaciones de jazz, de buen jazz, forzosamente tuvo que aprender, que evolucionar. En esos cuatro años, Nicola Conte pasó de ser un productor-ratón-en-mano a ser un músico completo, un artista capaz de componer un tema, escribir los arreglos más adecuados y dirigir un combo de intérpretes de jazz. Esta es una transición que muy pocos productores realizan, y todavía menos con el mismo acierto. Por supuesto que en ese crecimiento fue esencial su labor como productor de Rosalia De Souza en Garota Moderna (Schema Records, 2003), pero para llegar al jazz de Other Directions, en el que la electrónica ya no era un aspecto central, sólo un elemento discretamente usado en el patrón rítmico de algunos cortes, fue necesario un constante e intenso trabajo como remezclador. Es bueno que The Modern Sound Of Nicola Conte se editase finalmente en el 2009, pero es en el 2004, o como muy tarde en el 2005, cuando hubiera debido llegar a las tiendas, pues es entonces cuando mejor hubiera cumplido su objetivo artístico, el de documentar la asombrosa evolución de Nicola Conte, su paso de un jazz-electrónico creado a partir de samples, programación y, en menor medida, participación de instrumentistas, a un (nu-)jazz basado en la interpretación de un combo de jazz. Fueron sus versiones de piezas ajenas las que le permitieron ir sustituyendo, progresivamente, el sonido de los samples por fragmentos compuestos y arreglados por él e interpretados por el conjunto que él mismo creó. En esencia, no es tanta la diferencia entre Jet Sounds y Other Directions, pero el sonido sí lo es porque los samples del debut fueron reemplazados por instrumentistas en el segundo, porque la programación de beats del primero dio paso a una sección rítmica en el álbum siguiente. En ambos se interesa por el nu-jazz, los dos discos son interesantes desde el punto de vista artístico, pero el enfoque, o la manera de llegar a la música que le interesaba crear, es netamente diverso. Esta es la compilación que permite apreciar el proceso, la metamorfosis casi de índole kafkiana (voluntariamente) sufrida por Nicola Conte.
A finales del 2008, Schema Records presentó el tercer álbum del italiano, Rituals, y justo un año después llegó finalmente a las tiendas el recopilatorio de compilaciones que nos ocupa, una edición posiblemente tan ansiada por sus seguidores como por el propio autor. La ventaja de que tardase tanto en realizarse es que el tracklist, aunque menos completo, sí es más representativo de su labor como versionador, pues documenta un periodo de tiempo mayor e incluye más obras que son clave para apreciar esta faceta de Nicola Conte. Al ser uno de los grandes de la escena jazzística, es lógico que las propuestas remezcladas sean, a su vez, algunas de las más destacadas, tanto en materia jazz ([Re:Jazz], Till Brönner, The Five Corners Quintet, Marco Di Marco, Povo…) como en la esfera electrónica (Thunderball, The Dining Rooms, Luisito Quintero…). Eso también implica que, entre los 26 cortes, participan toda una serie de estimables intérpretes, como Rosario Giuliani, Flavio Boltro, Fabrizio Bosso, Alice Ricciardi, Lisa Bassenge, Gianluca Petrella, Pietro Lussu, Gaetano Partipilo, Lorenzo Tucci, Kim Sanders, Pietro Ciancaglini, Teppo Mäkinen, Timo Lassy o Daniele Scannapieco… Por supuesto, quien haya seguido atentamente su labor de versionador, quizá eche de menos varias de sus creaciones, pero la mayoría de las más inspiradas sí figuran aquí. Hasta incluso recupera sus aportaciones a dos recopilatorios de remezclas: su revisión del clásico de Pinocho When I Wish Upon A Star, creado para Modal Jazz Loves Disney (Avex, 2008 ), y Take Five, original de Roberto Roena, aportación a la compilación de remezclas del catálogo de Fania Records I Like It Like That (Bongo Records). Además, se escuchan también ocho creaciones propias del italiano, de las que cuatro permanecían inéditas. En definitiva, tardó mucho en editarse, pero Schema Records se esmeró en lograr un recopilatorio lo más interesante posible, cosa que logró.
Un capítulo más en la creación de una nueva forma de jazz.
Este es el tracklist:
Disco 1:
Stolen Moments (Midnight Mood rmx). Mark Murphy.
Elevated States. Thunderball.
Mood Indigo. Akiko.
Yellow Daisies. Fertile Ground.
Quiet Nights (Out Of The Cool version). [Re:Jazz].
When I Wish Upon A Star. Nicola Conte Jazz Combo.
Heaven (West Coast vibes mix). Bitter:Sweet.
All Or Nothing At All. Nicola Conte Jazz Combo feat. José James.
New Blues. Nicola Conte Jazz Combo.
Lotus Sun. Maki Mannami.
Flamenco Sketches (new rumba version). The Dining Rooms.
Charade. Nicola Conte.
Castles In The Rain. Nicola Conte Jazz Combo.
Disco 2:
Sò danço samba (Nicola Conte rework). Till Brönner.
Terra de ninguem. Sabrina Malheiros.
Solo. Nicola Conte Jazz Combo.
Take off (campi’s idea version). Marco Di Marco.
Three Corners (for friends and relatives version). The Five Corners Quintet.
Take Five (Nicola Conte rmx). Roberto Roena.
Kerma Elastica (Nicola Conte rmx). Bobby Hughes Combination.
You Are. Povo.
Our Love. Luisito Quintero.
Groove Samba. Nicola Conte.
No Reason No Rhyme (mode for Tatsuo). Sunaga T Experience.
A Healing Blue (shape of jazz to come version). Sunaga T Experience.
Black Is The Graceful Veil (acoustic version). Nicola Conte Jazz Combo.
9,5/10
THE MODERN SOUND OF NICOLA CONTE.
Schema Records. (SCCD 449)
Edición: 2009.
Estilo: Nu-Jazz; Jazz; Nu-Bossa; Jazz-Brasil; Jazz Latino.
Interesará a…: cualquiera que quiera conocer mejor la escena jazzística de la primera década del siglo XXI.
A principios del 2006, tuve la oportunidad de entrevistar a Nicola Conte en un encantador bar de su ciudad, Bari. Entre otros muchos asuntos, le dije que me parecía extraño que todavía no se hubiese editado un recopilatorio con sus remezclas, puesto que por entonces ya había realizado un número suficiente como para llenar dos o tres discos. Pues bien, el italiano respondió que ese fue uno de los motivos por los que dejó de grabar remezclas durante un año (aproximadamente entre el 2004 y el 2005), pues le había decepcionado mucho que no acabasen en un álbum recopilatorio. Le pregunté el porqué de la inexistencia de una referencia así, y se limitó a responder que había ciertos problemas, pero no insistí porque es obvio que no se sentía cómodo hablando de ese asunto. Ahora bien, aún añadió algo más, y esa afirmación es la más reveladora: “yo he dedicado a los remixes la misma atención que podía dedicar a un nuevo tema mío. Y todos esos remixes han sido un medio para mí de experimentar lo que quería hacer después. Para obtener, remix tras remix, tema tras tema, el mismo sonido que yo podía obtener de los samples de discos viejos pero hecho hoy con los músicos que trabajan conmigo. Y todo esto no ha sido sencillo, porque se trataba de reinventar todo un modo de hacer remixes”. Ahí está la clave de lectura de las remezclas de Nicola Conte, y lo primero que se debe precisar es que distan mucho de lo que se considera un remix estándar. En su caso, no se trata de tomar las pistas de la grabación original, modificarlas ligeramente y cambiar el patrón rítmico, sino de realizar un estudio del punto de partida, reescribir melodía y arreglos y convocar a su banda habitual para volver a grabarlo prácticamente desde cero. En algunos casos mantiene la pista vocal del original, a veces ni eso. Quiere esto decir que las piezas firmadas por Nicola Conte no son, en ningún caso, remezclas, sino versiones, nuevas interpretaciones a partir de creaciones ajenas. Eso es lo que explica que el subtítulo de la referencia que nos ocupa sea “versions in jazz-dub”. En ninguna parte de la carátula aparece la palabra remezcla, pues es más exacto calificarlas como lo que son, versiones en clave jazzística y deudoras del espíritu que estuvo en el origen de las reinterpretaciones dub.
En definitiva, el proceso tiene poco que ver con el que se espera de una remezcla, es considerablemente más laborioso, tanto en términos artísticos como presupuestarios: no es lo mismo que un productor se siente frente a su ordenador y realice un ejercicio de deconstrucción de los elementos de un tema, un collage diverso de fragmentos instrumentales y vocales, que sacar el papel pautado, prácticamente componer un nuevo tema y grabarlo con casi una decena de instrumentistas que finalmente serán tan caprichosos como para querer cobrar (y no olvidemos sumar a la factura el coste del ingeniero, técnico del estudio, masterización…). No es sólo que lleve los temas de partida a su terreno, es que crea nuevas piezas, por mucho que estén claramente inspiradas en composiciones de otras propuestas. Si la autoría de la versión resultante no se atribuye a Nicola Conte es, en parte, porque en ocasiones utiliza la pista vocal del original, pero sobre todo porque él forma parte de una industria cuyo código, o hábito, indica que, por distinta que sea la remezcla respecto al tema de partida, ésta siempre seguirá siendo atribuida al grupo o artista creador del primer tema, el remezclado. A nadie se le ocurre dudar de la autoría de unas variaciones de Beethoven sólo porque tomase una línea melódica de otro músico, ni tampoco de las composiciones de Bartok en las que más evidente es la influencia de una pieza folclórica, pero sí ocurre en el caso de Nicola Conte (y otros artistas que versionan en lugar de remezclar), y eso tiene que ver con criterios exclusivamente comerciales: si el autor del original retiene la autoría de su composición aunque sea remezclada por otro, también conservará los ingresos derivados de la remezcla, que muchas veces son incluso superiores a los del original, algo especialmente válido en el caso del italiano, cuya popularidad suele ser considerablemente mayor que la de las propuestas que le encargan estas remezclas.
Habitualmente, un recopilatorio de remezclas tiene tres objetivos principales: redondear los ingresos del sello que lo edita, servir como pasatiempo para los seguidores de un artista mientras esperan el siguiente álbum de estudio y, finalmente, satisfacer la autoestima del artista en cuestión al ver reunida y, por tanto, valorada, su faceta como remezclador. En el caso de The Modern Sound Of Nicola Conte, es evidente que también cumple con esas tres misiones, pero este es uno de los pocos casos en los que el principal interés es de tipo artístico. Nicola Conte comenzó su trayectoria profesional como productor de discos de jazz para el sello italiano Schema Records. Sin embargo, al comprender que estaba en una posición un tanto delicada (“yo tenía presiones de los grupos, y por otro lado de la casa discográfica”), decidió emprender su discografía como líder. Su intención inicial era crear un álbum de jazz al estilo clásico, enteramente acústico: “en todos esos años, no era muy propenso al uso de la electrónica. Yo tenía otras ideas en mente, dado que estaba fascinado por el jazz de los años 60, una música ligada a las personas, y no creía en el uso de las máquinas. Luego, sin embargo, empecé a estudiar las máquinas y a comprender que la manera más rápida para mí de llegar a lo que quería hacer era justamente a través del uso de la tecnología”. Esta es una ‘confesión’ enormemente valiosa, pues para el italiano la electrónica, lo que él denomina “máguinas” y “tecnología”, era una herramienta necesaria para lograr su objetivo, para crear la música que tenía en mente, “una cosa que fuese original pero que al mismo tiempo estuviese ligada a las programaciones, a la electrónica, pero que sonase también como un disco viejo, que tuviera esta característica”. Ese es exactamente el tipo de jazz electrónico que se escucha en su debut, Jet Sounds (Schema Records, 2000), una de las obras clave del estilo aunque, curiosamente, la pretensión de Nicola Conte no fuese tanto fusionar jazz y electrónica como crear un particular jazz, deudor del de los años 60, pero reinterpretado a través del imprescindible uso de electrónica. No sería nu-jazz en sentido estricto, sino jazz al que, por entonces, sólo podía llegar con la ayuda de la tecnología, empleando samples y programaciones para suplir un talento como arreglista y compositor que todavía estaba por desarrollar.
Por eso fue tan importante para él su labor como remezclador, esto es, las versiones que creó entre el 2000, año de la edición de su debut, y el 2004, que es cuando presentó su segundo larga duración como líder, Other Directions (Blue Note/ Schema Records, 2004). El italiano vivió ese periodo como un tiempo de preparación, de crecimiento en su triple faceta de intérprete, compositor/ arreglista y productor. Fueron esas versiones que, recordemos, él vivió como piezas propias, las que le permitieron experimentar, ejercitarse, aprender. Al tener que reinterpretar composiciones ajenas, pensar nuevos arreglos, una manera diversa de presentar el dibujo melódico, un patrón rítmico diferente…, necesariamente tenía que analizar el original, y dado que esas piezas de partida eran creaciones de jazz, de buen jazz, forzosamente tuvo que aprender, que evolucionar. En esos cuatro años, Nicola Conte pasó de ser un productor-ratón-en-mano a ser un músico completo, un artista capaz de componer un tema, escribir los arreglos más adecuados y dirigir un combo de intérpretes de jazz. Esta es una transición que muy pocos productores realizan, y todavía menos con el mismo acierto. Por supuesto que en ese crecimiento fue esencial su labor como productor de Rosalia De Souza en Garota Moderna (Schema Records, 2003), pero para llegar al jazz de Other Directions, en el que la electrónica ya no era un aspecto central, sólo un elemento discretamente usado en el patrón rítmico de algunos cortes, fue necesario un constante e intenso trabajo como remezclador. Es bueno que The Modern Sound Of Nicola Conte se editase finalmente en el 2009, pero es en el 2004, o como muy tarde en el 2005, cuando hubiera debido llegar a las tiendas, pues es entonces cuando mejor hubiera cumplido su objetivo artístico, el de documentar la asombrosa evolución de Nicola Conte, su paso de un jazz-electrónico creado a partir de samples, programación y, en menor medida, participación de instrumentistas, a un (nu-)jazz basado en la interpretación de un combo de jazz. Fueron sus versiones de piezas ajenas las que le permitieron ir sustituyendo, progresivamente, el sonido de los samples por fragmentos compuestos y arreglados por él e interpretados por el conjunto que él mismo creó. En esencia, no es tanta la diferencia entre Jet Sounds y Other Directions, pero el sonido sí lo es porque los samples del debut fueron reemplazados por instrumentistas en el segundo, porque la programación de beats del primero dio paso a una sección rítmica en el álbum siguiente. En ambos se interesa por el nu-jazz, los dos discos son interesantes desde el punto de vista artístico, pero el enfoque, o la manera de llegar a la música que le interesaba crear, es netamente diverso. Esta es la compilación que permite apreciar el proceso, la metamorfosis casi de índole kafkiana (voluntariamente) sufrida por Nicola Conte.
A finales del 2008, Schema Records presentó el tercer álbum del italiano, Rituals, y justo un año después llegó finalmente a las tiendas el recopilatorio de compilaciones que nos ocupa, una edición posiblemente tan ansiada por sus seguidores como por el propio autor. La ventaja de que tardase tanto en realizarse es que el tracklist, aunque menos completo, sí es más representativo de su labor como versionador, pues documenta un periodo de tiempo mayor e incluye más obras que son clave para apreciar esta faceta de Nicola Conte. Al ser uno de los grandes de la escena jazzística, es lógico que las propuestas remezcladas sean, a su vez, algunas de las más destacadas, tanto en materia jazz ([Re:Jazz], Till Brönner, The Five Corners Quintet, Marco Di Marco, Povo…) como en la esfera electrónica (Thunderball, The Dining Rooms, Luisito Quintero…). Eso también implica que, entre los 26 cortes, participan toda una serie de estimables intérpretes, como Rosario Giuliani, Flavio Boltro, Fabrizio Bosso, Alice Ricciardi, Lisa Bassenge, Gianluca Petrella, Pietro Lussu, Gaetano Partipilo, Lorenzo Tucci, Kim Sanders, Pietro Ciancaglini, Teppo Mäkinen, Timo Lassy o Daniele Scannapieco… Por supuesto, quien haya seguido atentamente su labor de versionador, quizá eche de menos varias de sus creaciones, pero la mayoría de las más inspiradas sí figuran aquí. Hasta incluso recupera sus aportaciones a dos recopilatorios de remezclas: su revisión del clásico de Pinocho When I Wish Upon A Star, creado para Modal Jazz Loves Disney (Avex, 2008 ), y Take Five, original de Roberto Roena, aportación a la compilación de remezclas del catálogo de Fania Records I Like It Like That (Bongo Records). Además, se escuchan también ocho creaciones propias del italiano, de las que cuatro permanecían inéditas. En definitiva, tardó mucho en editarse, pero Schema Records se esmeró en lograr un recopilatorio lo más interesante posible, cosa que logró.
Un capítulo más en la creación de una nueva forma de jazz.
Este es el tracklist:
Disco 1:
Stolen Moments (Midnight Mood rmx). Mark Murphy.
Elevated States. Thunderball.
Mood Indigo. Akiko.
Yellow Daisies. Fertile Ground.
Quiet Nights (Out Of The Cool version). [Re:Jazz].
When I Wish Upon A Star. Nicola Conte Jazz Combo.
Heaven (West Coast vibes mix). Bitter:Sweet.
All Or Nothing At All. Nicola Conte Jazz Combo feat. José James.
New Blues. Nicola Conte Jazz Combo.
Lotus Sun. Maki Mannami.
Flamenco Sketches (new rumba version). The Dining Rooms.
Charade. Nicola Conte.
Castles In The Rain. Nicola Conte Jazz Combo.
Disco 2:
Sò danço samba (Nicola Conte rework). Till Brönner.
Terra de ninguem. Sabrina Malheiros.
Solo. Nicola Conte Jazz Combo.
Take off (campi’s idea version). Marco Di Marco.
Three Corners (for friends and relatives version). The Five Corners Quintet.
Take Five (Nicola Conte rmx). Roberto Roena.
Kerma Elastica (Nicola Conte rmx). Bobby Hughes Combination.
You Are. Povo.
Our Love. Luisito Quintero.
Groove Samba. Nicola Conte.
No Reason No Rhyme (mode for Tatsuo). Sunaga T Experience.
A Healing Blue (shape of jazz to come version). Sunaga T Experience.
Black Is The Graceful Veil (acoustic version). Nicola Conte Jazz Combo.
9,5/10
Escrito por Santiago Tadeo Cervera para la web Acid Jazz Hispano.
Enlace Original.
1 comentario:
Excelente site, mi amigo! Gracias por todas las estupendas informaciones. Mira esto: http://personalboard.150m.com/NuJazzElectroAlternaTV.htm
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